GRACIAS AL CONVENIO CON EULEN
Ángel-Péres en el Museo de la Siderurgia y la Minería
La exposición permanecerá en Sabero entre diciembre de 2009 y abril de 2010
La obra escultórica y pictórica de Ángel Péres podrá verse por primera vez en España. La consejera de Cultura y Turismo, María José Salgueiro, y el Presidente de la Fundación Eulen, David Álvarez, han firmado un convenio de colaboración para traer la obra de este escultor canario afincado en París al Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León ubicado en Sabero, León. La consejería de Cultura y Turismo y la Fundación Eulen han firmado además un protocolo de colaboración general en el que ambas partes se comprometen a establecer un cauce de comunicación y colaboración para la realización de otras propuestas culturales.Ángel-Péres. Retrospectiva abarca gran parte de la obra escultórica y pictórica de este artista en sus diferentes periodos creativos y completará la exposición permanente del Museo de la Minería y la Siderurgia de Castilla y León de noviembre de 2009 a abril de 2010. La repercusión nacional que se espera de esta exposición servirá a si mismo para dar notoriedad e impulsar el conocimiento del propio museo a nivel nacional. La exposición temporal Ángel-Péres. Retrospectiva se realizará en el edificio de la Ferrería de San Blas y compartirá espacio con la exposición permanente del museo, sin interrumpir el discurso expositivo de esta, conviviendo ambas muestras en un espacio que por su amplitud y grandiosidad permite esta superposición. La muestra se compone de 82 esculturas y 29 pinturas. De las esculturas, veinticinco son de tamaño pequeño (hasta 0,5 metros), veintitrés de tamaño mediano (de 0,5 a 1,20 metros) y 34 de gran tamaño (de 1,20 a 2,20 metros). Las esculturas están realizadas en hierro, bronce, cobre, madera, piedra, mármol, resina, yeso y tierra cocida. Las veintinueve pinturas están realizadas a carboncillo, pastel y sanguina.Los comisarios de esta muestra serán Ángel-Peres, el anticuario e historiador Francisco Antonovich y Mónica Pérez Onecha, del MSM. La exposición cuenta con el patrocinio de la Fundación Eulen. ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS A LA EXPOSICIÓNSesiones formativas. Se programarán varias sesiones formativas sobre el escultor y su obra a cargo del propio escultor y de los comisarios de la exposición, acompañadas de visitas guiadas posteriores a las obras.Talleres infantiles. Están previstos dentro de la programación infantil del museo dos talleres de introducción al arte para niños de 5 a 8 años y de 9 a 12 años, basados en las esculturas de D. Ángel-Peres, y un taller de introducción a la fotografía para jóvenes de 13 a 16 años basado también en esta obras.Catálogo. La exposición temporal se completará con la edición de un catalogo sobre la misma que sirva además de primera obra de referencia sobre éste escultor. ÁNGEL PÉRES Y SU OBRA Ángel Péres nació en 1929, en Las Palmas de Gran Canaria. Su maestro, Don Abraham Cárdenes, fue quien descubrió su talento excepcional y el grado eminente de perfección de sus obras. A los 10 años de edad y en una sola jornada fue capaz de realizar una réplica en arcilla de la Noche de Miguel Ángel. El niño prodigio manejaba ya los instrumentos del escultor con sus manos apenas capaces de sostenerlos. Tras una estancia madrileña de varios meses, transcurrida entre visitas a los museos, prosiguió su viaje para encontrar y estudiar las esculturas de Miguel Ángel en Italia. A continuación, parte hacía Paris, animado por su maestro, quien cita evidentemente el ejemplo de dos ilustres expatriados, Picasso y Dalí, ambos con muy buena disposición hacia él, en especial este último, con quien trabajó en el hotel Meurice. El talento de Ángel-Péres fue reconocido desde su primer Salón de Otoño. La visión de la escultura peresiana se ofrece cada año en todos los Salones de Otoño, del que Ángel llegó a ser vicepresidente. En su obra busca a la mujer. Ángel estaba convencido de la importancia del estudio del cuerpo: el hombre y la mujer. La anatomía perfecta, el rostro amplificado, la interpretación del busto, el realismo de los brazos y las piernas. Inspirado en la Antigüedad, animado por un ritmo calmado, sabe crear sin embargo un desnudo femenino que responde mejor a las aspiraciones contemporáneas.
martes, 24 de noviembre de 2009
martes, 6 de octubre de 2009
CONFERENCIA "CANAL DE ORBÓ"
SÁBADO 10 DE OCTUBRE, A LAS 18:00 HORAS. EN EL M.S.M. DE SABERO.
A través del ciclo de conferencias “Grandes obras de Arquitectura e Ingeniería” el museo se centra en emblemáticas construcciones realizadas por el hombre a lo largo de la historia.
El día 10 de Octubre, a las 18:00 horas, tendrá lugar la conferencia "EL CANAL MINERO DE ORBÓ" impartida por Fernando Cuevas Ruiz, del Centro de Interpretación de la Minería de Barruelo de Santullan, PALENCIA
jueves, 17 de septiembre de 2009
viernes, 11 de septiembre de 2009
ÒPERA EN LA FERRERIA
lunes, 22 de junio de 2009
LA LÁMPARA MÁGICA
Lo que más le impresionaba de aquella lámpara que colgaba de una de las paredes de la casa de sus padres, como si fuera el reflejo de una vida saqueada que se negaba a extinguirse del todo, no era que hubiera servido, junto a otras lámparas de su misma especie o de una especie parecida, más o menos avanzada en la peculiar cadena evolutiva de las lámparas mineras, para iluminar las galerías de la mina y convertirlas en grandes avenidas subterráneas; como le había contado algún minero curtido en los avatares de la minería y con ganas de tomarle el pelo.
Eso le habían contado de pequeño. Pero él, a pesar de su ingenuidad y de su tendencia a creer todas las leyendas que surgían de aquel submundo desconocido a fuera de cotidiano, nunca creyó que en la mina hubiera esas grandes avenidas de las que le hablaban, sino, a lo sumo, estrechos agujeros por donde los mineros, con la única ayuda de su lámpara, se deslizaban hacia el centro de la tierra en busca de la gran veta de oro negro que el destino les tenía reservada. Pues, de ser cierto lo de las grandes avenidas iluminadas, a cuento de qué iban a salir tan sucios los mineros después de su jornada de trabajo. Además, para qué querrían los mineros cargar con la lámpara, si las galerías de la mina ya estaban lo suficiente iluminadas.
Tampoco le impresionaba ya, al menos no tanto como cuando se lo contaron, el hecho de que aquella lámpara y otras de su misma especie o de una especie parecida hubiera cambiado de un modo radical el destino de muchos pájaros, tan frágiles como los que él mataba sin ningún atisbo de culpa en su semblante. Quizá, cuando se lo contaron, ya lo tenían por un consumado cazador de gorriones y quisieron demostrarle la importancia que aquellos frágiles animales tenían para su equilibrio vital y para su memoria posterior. Lo cierto era que, antes de que lámparas como aquella lo sustituyeran en su delicada y peligrosa tarea, los mineros utilizaban a jilgueros y canarios, principalmente como cebo del grisú: el gas letal que lo mismo te abocaba a una muerte dulce a través de un sueño del que no se despertaba nunca o hacía reventar las entrañas de la tierra si el pico o el martillo osaban penetrar en su guarida. La realidad siempre supera a la leyenda: la fragilidad de los pájaros servía para advertir de la amenaza de la muerte, en muchas ocasiones a cambio de propia muerte, para salvar de una muerte segura a los mineros, cuando todavía no existían lámparas como aquella.
Lo que más le impresionaba era que, después de tanto tiempo varada en aquella pared, sin combustible pero con muchos secretos por descubrir, todavía emitía breves e insistentes destellos-como si le animara a acercarse más, a tocarla para saber que era real o a llevársela a otros parajes más solidarios con los recuerdos-cada vez que él se plantaba ante la pared para contemplarla sin atreverse a descolgarla o, al menos, tocarla y retirarse. No fuera a ser que se tratase de la lámpara mágica capaz de concederle un deseo y él no supiera, en ese momento mágico, elegir cuál entre los muchos que se acumulaban desde su infancia, cuando le contaron todo aquello, quizá sin ánimo de tomarle el pelo.
Texto escrito por Aurelio Loureiro para la exposición “LUCES EN LA MINA”
del MSM
Eso le habían contado de pequeño. Pero él, a pesar de su ingenuidad y de su tendencia a creer todas las leyendas que surgían de aquel submundo desconocido a fuera de cotidiano, nunca creyó que en la mina hubiera esas grandes avenidas de las que le hablaban, sino, a lo sumo, estrechos agujeros por donde los mineros, con la única ayuda de su lámpara, se deslizaban hacia el centro de la tierra en busca de la gran veta de oro negro que el destino les tenía reservada. Pues, de ser cierto lo de las grandes avenidas iluminadas, a cuento de qué iban a salir tan sucios los mineros después de su jornada de trabajo. Además, para qué querrían los mineros cargar con la lámpara, si las galerías de la mina ya estaban lo suficiente iluminadas.
Tampoco le impresionaba ya, al menos no tanto como cuando se lo contaron, el hecho de que aquella lámpara y otras de su misma especie o de una especie parecida hubiera cambiado de un modo radical el destino de muchos pájaros, tan frágiles como los que él mataba sin ningún atisbo de culpa en su semblante. Quizá, cuando se lo contaron, ya lo tenían por un consumado cazador de gorriones y quisieron demostrarle la importancia que aquellos frágiles animales tenían para su equilibrio vital y para su memoria posterior. Lo cierto era que, antes de que lámparas como aquella lo sustituyeran en su delicada y peligrosa tarea, los mineros utilizaban a jilgueros y canarios, principalmente como cebo del grisú: el gas letal que lo mismo te abocaba a una muerte dulce a través de un sueño del que no se despertaba nunca o hacía reventar las entrañas de la tierra si el pico o el martillo osaban penetrar en su guarida. La realidad siempre supera a la leyenda: la fragilidad de los pájaros servía para advertir de la amenaza de la muerte, en muchas ocasiones a cambio de propia muerte, para salvar de una muerte segura a los mineros, cuando todavía no existían lámparas como aquella.
Lo que más le impresionaba era que, después de tanto tiempo varada en aquella pared, sin combustible pero con muchos secretos por descubrir, todavía emitía breves e insistentes destellos-como si le animara a acercarse más, a tocarla para saber que era real o a llevársela a otros parajes más solidarios con los recuerdos-cada vez que él se plantaba ante la pared para contemplarla sin atreverse a descolgarla o, al menos, tocarla y retirarse. No fuera a ser que se tratase de la lámpara mágica capaz de concederle un deseo y él no supiera, en ese momento mágico, elegir cuál entre los muchos que se acumulaban desde su infancia, cuando le contaron todo aquello, quizá sin ánimo de tomarle el pelo.
Texto escrito por Aurelio Loureiro para la exposición “LUCES EN LA MINA”
del MSM
domingo, 14 de junio de 2009
Exposicion Luces en la Mina
LUCES EN LA MINALa exposición sobre iluminación minera, “Luces en la mina”, se puede visitar entre los días 16 de mayo y 19 de julio, en el Museo de la Minería de Castilla y León de Sabero. La muestra, ubicada en el edificio aledaño al museo, conocido popularmente como “el cubo”, está abierta al público de martes a sábado de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 y los domingos y festivos de 10:00 a 14:00 y de 16:30 a 19:30.Más de ciento veinte lámparas, representando los principales sistemas de iluminación, componen está exposición, que cuenta además con fotografías antiguas, en las que mineros orgullosos posan con su compañera de trabajo. También se pueden ver paneles con textos explicativos, láminas de libros antiguos, lámparas desmontadas, para poder apreciar las diversas piezas, libros sobre iluminación minera y una pequeña lampistería. Todos estos elementos conforman esta excelente exposición que, de forma didáctica, pretende acercar al público que la visita un símbolo de las zonas mineras: la lámpara.Las lámparas, originarias de España, pero también de los principales países mineros, pertenecen a las colecciones particulares de José Luís Alonso, Fernando Cuevas y Alberto Vilela. La muestra está organizada por el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, la Junta de Castilla y León y cuenta con la colaboración del Centro de Interpretación de la Minería de Barruelo de Santullán.
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